miércoles, 12 de julio de 2017

Travesía Zaragoza - Gallur

Luego de haber descansado muy bien por la noche, nos levantamos cerca de las 8am. Preparamos bolsos y luego salimos a desayunar y a buscar la famosa cedencial de peregrino. 

Desayunamos con una medialunas terribles por el tamaño y sabor. Luego, salimos todo cargado en búsqueda de la credencial. Esto nos ayudó a conocer diferentes lugares de Zaragoza. Por un lado, conocimos la Basílica del Pilar, lugar donde nos habían mandado. Luego, pasamos a recorrer el centro, donde conocimos el tranvía que circula por las calles céntricas y después fuimos a visitar el Bar La Bendita, lugar donde filmaron la película española "Nuestros amantes". Quedé asombrado por la gente y la ciudad. Una calidez digna de ser visitada. De lo poco que conozco, creo que es la ciudad más linda que he visto en mi vida. 

Tranvía del centro de la ciudad de Zaragoza


Bar La Bendita

Basílica del Pilar (Zaragoza)

Luego de recorrer y recorrer, nadie nos podía hacer la credencial. El único lugar que podía hacerlo, abría de 18 a 20 horas y nosotros queríamos partir ahora. Por eso, arrancamos igual sin credencial de peregrino. Tipo 11:45 nuestras bicis iniciaron el viaje. 


Comenzamos el camino hacia nuestra primera escala: Alagón. Nos deparaba unos 30km de ruta y caminos de tierra. 
Iniciamos por la colectora de Zaragoza, partiendo de la Avenida Navarra y hasta que no se nos complicó por el tránsito, nos mantuvimos por la colectora.  Luego que los camiones invadieron la autovía, tuvimos que migrar al camino de tierra y ripio con nuestras plegas. Por supuesto, la Tern y la Brompton, se portaron de maravilla en estos terrenos aunque más de una vez, tuvimos que bajarnos y caminar tirando la bici a mano. 



Y luego de duros 30km, llegamos a Alagón. Pueblo tranquilo, más en el horario de la siesta que fue cuando llegamos. No había nadie en las calles y así comenzamos a buscar la casa donde había nacido el abuelo de mi viejo. Luego de unos minutos, llegamos. Lamentablemente la casa ya no existe pero el lugar está con algunas reformas. 

Fue ahí donde nos emocionamos y nos sacamos fotos. Uds podrán preguntarse ¿porqué uno se emociona? Pero la realidad es que este lugar es el sueño por conocer de mi abuela y para mi viejo era como hacerle cumplir su sueño. Fue una sensación maravillosa y única. Más sabor a felicidad lo obtuve por compartir dicho viaje con mi viejo. 

Lugar donde debería haber estado la casa del abuelo de mí viejo (abuelo Pedro). 

A pocos metros del lugar, se encontraba un bar donde aprovechamos para hidratarnos y alimentarnos. Ahí comimos un sándwich de jamón serrano junto a medio litro de cerveza. Indispensable para sobrevivir. 


Luego de descansar un largo rato, pasamos por el supermercado, compramos algunas aguas y frutas y comenzamos el camino hacia Gallur. Nos esperaban unos 25km pero sabíamos que lo íbamos a lograr porque era el objetivo del día. 

Cuando salimos al camino, nos encontramos con un fuerte viento en contra que sumado al calor, hacía muy difícil la pedaleada. 

Durante el camino, pasamos por otros pueblos hasta llegar al oasis de Laceni donde paramos en una plaza que tenía una fuente de agua para mojarse y así, aprovechamos a refrescarnos y descansar otro rato. El calo y el viento, hacía todo muy difícil. 

Pero al final, como estaba en el programa, llegamos a Gallur a las 19:20. Fue ahí donde fuimos al buscar nuestro albergue que ya habíamos apuntado dentro de nuestro programa pero nos encontramos que había cerrado. 


Entrada de Gallur

Al buscar algún otro lugar como un hotel, nos damos cuenta de que solo existe uno y no hay más. Nos avisa la policía (que solo trabaja hasta las 20) que 15km más adelante puede haber algún albergue. Fue ahí donde nos preguntamos cómo estábamos. Nos dimos cuenta de que dimos todo para llegar y ahora nos encontramos que no teníamos donde dormir. Entonces mi viejo, se plantea dormir en una plaza pero después de reflexiones, propone volver a Zaragoza. Ya no había fuerzas y encima nos corría el tiempo de volver a Barcelona porque tenía vuelo para mi próximo viaje. Fue por todo esto, que decidimos en conjunto, volver y reprogramar el viaje en otro momento para continuar con las otras etapas y así poder llegar a Santiago. 

Fuimos a la Terminal de trenes (muy pequeña) y esperamos el tren que pasaría 21:56. Y así fue. Llegó, nos subimos y nos volvimos a Zaragoza luego de una jornada ardua de mucha bici y calor. 

Eso sí, hoy hemos perdido una batalla, pero no la guerra. La experiencias vividas con mi viejo en estos días, no me lo olvidaré jamás. Las charlas, las historias y experiencias, alimentaron por demás a mi ser. Estoy seguro de que esto continuará de alguna u otra manera. 

Será hasta próximo camino....

By Sebastián Perini

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